VIDEO ACERCA DE LA COMUNIÓN EN LA MANO: "JESÚS ESTÁ EN EL SUELO" Y ARGUMENTOS PARA RECHAZAR DEFINITIVAMENTE ESTA PRÁCTICA
Sobre la
práctica de distribuir la Sagrada Comunión en la mano de los fieles
(autocomunión)
1
Proceso histórico a través del cual se introdujo Ilegalmente la Comunión sobre
la mano
Hacia mediados de la década de los años 60, la comunión
en la mano fue introducida sin autorización, contrariando la Ley vigente en una
muestra de indisciplina e individualismo, en algunos países de Europa,
especialmente los de mayoría protestante.
El 12 de Octubre 1965 el Consilium, organismo creado para
poner en marcha las recomendaciones litúrgicas del Vaticano II, pidió en carta
al Cardinal Alfrink que Holanda conservase
el modo tradicional de distribuir la Santa Comunión.
No obstante, la Sagrada Congregación de Ritos concedió la
nueva práctica a Alemania (6/7/1968), y a Bélgica (11/7/1968), pero, debido a
las protestas por lo que era una claudicación ante la táctica de aceptar “hechos
consumados”, el Papa suspendió tal concesión el 25 de Julio del mismo
año.
Entonces el Papa Pablo VI, comenzó a buscar una solución
definitiva a los problemas suscitados por quienes desobedecían sus órdenes,
pidiendo la opinión de todos los obispos del orbe. La carta escrita por mandato
suyo el 28 de Octubre de 1968, comenzaba diciendo:
“Sobre el modo
de distribuir la comunión, la Instrucción Eucharisticum Mysterium del 25 de Mayo
de l967 se ha limitado a indicar la posición de los fieles, quienes pueden estar
de rodillas o de pie; sin embargo en diversos lugares, al menos desde hace dos o
tres años, algunos sacerdotes sin
la debida autorización ponen la Eucaristía sobre la mano de los fieles,
quienes
después se dan la comunión a sí mismos (autocomunión).
Parece que este modo de obrar se difunde rápidamente.”
Luego de las necesarias consideraciones, corregidas
personalmente por el Papa quien agregó al texto original la frase “sin la debida
autorización” (lo que nos confirma por boca del Sumo Pontífice que la innovación
era clandestina),
la carta terminaba diciendo:
“Tratándose
entonces de cosa tan grave en sí misma y en sus consecuencias, el Santo Padre
Pablo VI desea conocer el pensamiento de cada uno de los
obispos...”
No disciernen entre el Cuerpo de Cristo y cualquier otro alimento |
2 La
Ley Universal de la Iglesia, prohibe la Comunión en la mano o
autocomunión:
Instrucción
Memoriale Domini
(Compuesta por mandato especial del Sumo Pontífice Pablo
VI y aprobada por Él con la fuerza de la Autoridad Apostólica el 28 de Mayo de
1969 - La numeración corresponde al Enchiridion Vaticanum, Tomo 3).
1277 Este modo de distribuir la santa Comunión por el
cual, el ministro pone por sí mismo la partícula de pan consagrado en la lengua
de los que reciban la comunión, debe ser conservado, no solamente porque se
apoya en el uso transmitido por una tradición de muchos siglos, sino,
principalmente, porque
significa la reverencia de los fieles cristianos hacia la
Eucaristía...
Por lo demás, con esta manera de obrar, que ya se
considera tradicional, se
asegura más eficazmente que la Sagrada Comunión sea distribuida con la
reverencia, el decoro y la dignidad que le son debidas de modo que se aparte
todo peligro de profanar las especies eucarísticas, en las que “de
modo singular está presente todo y entero Cristo, Dios y hombre, de manera
substancial y permanente”; y finalmente, para que se guarde con diligencia el
cuidado que la Iglesia ha recomendado siempre acerca de los fragmentos mismos
del pan consagrado: “pues
lo que dejas caer, considéralo amputado de tus propios
miembros”.
Peligros de la
comunión en la mano
Pues un cambio en un asunto de tanta importancia que se
apoya en una antiquísima y venerable tradición, puede también traer consigo
peligros, que se teme que quizá surjan si se administra la Sagrada Comunión el
la mano, a saber:
El que se llegue a una menor reverencia hacia el augusto
Sacramento del altar,
ya a la profanación del mismo Sacramento,
ya a la alteración de la recta doctrina.
1281
Prohibición de comulgar en la mano
Así, pues, teniendo en cuenta las advertencias y los
consejos de aquellos a quienes “el Espíritu Santo ha puesto como obispos para
regir” las Iglesias, en razón de la gravedad del asunto y la fuerza de los
argumentos aducidos, al Sumo Pontífice no le ha parecido oportuno mudar el modo
hace mucho tiempo recibido de administrar a los fieles la Sagrada Comunión. En
consecuencia la Sede Apostólica exhorta vehementemente a los obispos, sacerdotes
y fieles a
que se sometan diligentemente a la ley ya vigente y otra vez
confirmada (es decir la comunión en la boca).
3 La Iglesia
no permite, sino que tolera la comunión en la mano, por ello, los
que comulgan en la mano hacen uso de un Indulto
«La
comunión en la mano se introdujo sin autorización. Pablo VI se opuso tenazmente
a permitirla pero decidió otorgar un
indulto sólo donde el uso estaba ya arraigado y esto con el propósito
de "ayudar a las Conferencias Episcopales a cumplir su oficio pastoral, con
frecuencia más difícil que nunca a causa de la situación actual"» (CM,
p.118).
Pero si en alguna parte el uso contrario, es decir, el
poner la Santa Comunión en las manos hubiera
arraigado ya, la Sede Apostólica, ... confía a las
Conferencias episcopales la carga y el oficio de sopesar las circunstancias
peculiares, si las hay, con la condición sin embargo tanto de prevenir todo
peligro de que penetren en los espíritus la falta de reverencia o falsas
opiniones sobre la Santísima Eucaristía.
(Obsérvese que
dice: donde la comunión en la mano “hubiera
arraigado ya”, lo cual excluye que sea introducida en lugares donde
hasta ese momento (1969) no fuera costumbre).
Con el indulto no se busca derogar la comunión en la
boca. «No
se concede un bien sino
algo de suyo MUCHO MÁS IMPERFECTO (Comunión en la mano) que
la ley general en vigor (Comunión en la boca). Esta
concesión se debe a la decisión prudencial de tolerar
un
uso peligroso para evitar un mal mayor (la desobediencia generalizada)»
(CM, p.126).
¡Con cuanto dolor el Papa Pablo VI habrá concedido este
indulto, en contra de su parecer, para aquellos que desoyendo su exhortación
NO
quisieran
someterse a la ley ya vigente y otra vez confirmada!
¿Se habrá acordado al hacerlo de las siguientes palabras
de San Pío X pronunciadas en parecidas circunstancias?
“...hijos
fieles del Papa, son aquellos que obedecen sus palabras y le siguen en todo, y
no aquellos que buscan los medios para eludir las órdenes del Papa o para
obligarle, con insistencia digna de mejor causa, a exenciones
o dispensas tanto más dolorosas cuanto son más dañosas y
escandalosas.”
(Alocución
Consistorial Il Grave Dolore (3), del 24/05/1914).
Los textos
extraídos del libro “Comunión
en la mano”, eximio trabajo de Mons. Juan Laise, Obispo emérito de San
Luis, quien permaneciendo fiel a la tradición, prohibió en su Diócesis la nueva
praxis, se identifican con la sigla: (CM...).
Las
declaraciones de los Concilios
De
Rouen: El Concilio de Rouén (año 650) prescribe: "A
ningún laico, hombre o mujer, sea dada la eucaristía en la mano, sino en la
boca.
De
Bizancio: El Quinto Concilio de Constantinopla (año 691) prohibió
a los fieles darse la Comunión a sí mismos (que es lo que sucede cuando la
Sagrada Partícula es colocada en la mano del comulgante) y decretó una
excomunión de una semana de duración para aquellos que lo hicieran en la
presencia de un obispo, un sacerdote o un diácono.
Concilio de Trento |
Vaticano
II: No se pronunció sobre la comunión en la mano
(autocomunión).
Las opiniónes de
los Santos, Padres y Doctores de la Iglesia
Tertuliano:
(160-220) "...cuidamos
escrupulosamente que algo del cáliz o del pan pueda caer a tierra" (De corona, 3
PL 2, 99);
San
Hipólito
(170-235) "...
cada uno esté atento... que ningún fragmento caiga y se pierda, porque es el
Cuerpo de Cristo que debe ser comido por los fieles y no despreciado" (Trad. Ap.
32.).
Orígenes:
(185-254) "Con
qué precaución y veneración, cuando recibís el Cuerpo del Señor lo conserváis,
de manera que no caiga nada o se pierda algo del don consagrado. Os
consideraríais justamente culpables si cayese algo en tierra por negligencia
vuestra" (In Exod. Hom., hom. XIII, 3, Migne, PG 12, 391).
El
mismo Pablo VI comenta así este último texto:
«"Consta que los fieles creían y con razón,que
pecaban, según recuerda Orígenes, si, habiendo recibido el cuerpo del
Señor, y conservándolo con todo cuidado y veneración, algún fragmento caía por
negligencia" (Mysterium Fidei, 32).
San
Cirilo:
(315-387) "...
recíbela cuidando que nada de ella se pierda, porque dime: si alguno te diese
unas limaduras de oro ¿no las guardarías con toda diligencia procurando no
perder nada de ellas? ¿No procurarás, pues, con mucha más diligencia que no se
te caiga ninguna migaja de lo que es más precioso que el oro y las piedras
preciosas?").
San
Efrén:
(306-373) "Comed
este pan y no piséis sus migas... una partícula de sus migas puede santificar a
miles de miles y es suficiente para dar vida a todos los que la comen" (Serm. in
hebd. s., 4, 4).
San
Basilio:
(330-379) afirma claramente que sólo está permitido recibir la Comunión
en la mano en tiempos de persecución o, como era el caso de los monjes en el
desierto, cuando no hubiera un diácono o un sacerdote que pudiera distribuirla.
"No
hace falta demostrar que no constituye una falta grave para una persona comulgar
con su propia mano en épocas de persecución cuando no hay sacerdote o
diácono"(Carta 93). Lo
que implica que recibirla en la mano en otras circunstancias, fuera de
persecución, será una grave falta.
S.
Agustín:
(354-430) “Sería
locura insolente, el discutir qué se ha de hacer cuando toda la Iglesia
Universal tiene ya una práctica establecida.” (carta 54,6; a
Jenaro.)
San
León
Llamado el Magno, Sumo Pontífice entre 440-461, en sus comentarios al
sexto capítulo de San Juan, habla de la Comunión en la boca como del uso
corriente: "Se
recibe en la boca lo que se cree por la Fe". El Papa no habla como
si estuviera introduciendo una novedad, sino como si fuera un hecho ya bien
establecido.
S.
Gregorio:
También llamado Magno, Papa entre 590 y 604, en sus Diálogos (Roman 3,
c 3) relata cómo el Papa San Agapito obró
un milagro durante la Misa, después de haber colocado la Hostia en la lengua de
una persona. También Juan
el Diácono nos habla acerca de esta manera de distribuir la Santa
Comunión por ese Pontífice.
S.
F. de Asís: (1182-1226) “Sólo
ellos, (los sacerdotes), deben administrarlo, y no otros.” ( Carta 2ª, a
todos los fieles, 35).
Sto
Tomás: (1225-1274) "Porque
debido a la reverencia hacia este sacramento, nada Lo toca, sino lo que es
consagrado; de aquí que el corporal y el cáliz son consagrados, y así mismo las
manos del sacerdote, para tocar este sacramento." (Suma Teológica: Pt. III,
Q.82, Art. 3).
Es decir, se falta a la reverencia debida a este
Sacramento, cuando lo tocan manos que no están consagradas; doctrina que fue
luego confirmada por S.S. Juan Pablo II en Domenica Cenæ, como veremos
luego.
San
Pío X "Cuando
se recibe la Comunión es necesario estar arrodillado, tener la cabeza
ligeramente humillada, los ojos modestamente vueltos hacia la Sagrada Hostia, la
boca
suficientemente abierta y la lengua un poco fuera de la boca reposando sobre el
labio inferior". (Catecismo de San Pío X). Y Contestando a quienes le
pedían autorización para comulgar de
pie alegando que: los israelitas comieron de pie el cordero pascual les
dijo: "El
Cordero Pascual era tipo (símbolo, figura o promesa) de la Eucaristía. Pues
bien, los símbolos y promesas se reciben de pie, MAS LA REALIDAD SE RECIBE DE
RODILLAS
y con amor".
Cuando estaba este santo pontífice en su lecho de muerte,
en Agosto de 1914, y se le administró la Sagrada Comunión como Viático, no la
recibió, y no le estaba permitido, en la mano: la
recibió en la lengua de acuerdo a la ley y a la práctica de la
Iglesia Católica.
S.S. Pío XII |
Pablo
VI:
El texto original de la ya mencionada consulta a los Obispos sobre la
comunión en la mano, decía: “En
nombre y por encargo del Santo Padre, me es grato comunicar...” Al leerlo,
el Papa dijo al encargado de redactar la carta:
-¿Grato?
¡No
me es grato para nada!
Y corrigió el texto de la siguiente forma:
“En nombre y
por encargo del Santo Padre, es
mi deber comunicar...”
En
esa misma carta el Papa corrigió otra frase añadiendo de su puño y letra lo que
está en negritas:
“Por mandato
explícito del Santo Padre que
no puede dejar de considerar la eventual innovación con evidente
aprensión ...”
La
Instrucción Memoriale Domini, al citar a San Cirilo, afirma claramente que este
cuidado deseado por el Santo (y los otros Padres), se ve mucho más eficazmente
garantizado por la comunión en la boca, pues ésta "asegura más
eficazmente que la Sagrada Comunión sea distribuida con la reverencia,
el decoro y la dignidad que le son debidas de
modo que se aparte todo peligro de profanar las especies eucarísticas...
y para que se guarde con diligencia el cuidado que la Iglesia
ha recomendado siempre acerca de los fragmentos mismos del pan consagrado".
(MD – 1278)
La palabra "sagrado"
significa separado, inaccesible, intocable. Sin embargo, "profano"
significa lo opuesto, común para todos los humanos, manipulable, tocable. Así
pues, la Comunión en la mano implica que se toque a Dios, Quien es digno de toda
adoración y reverencia, de un modo que quizá sea impropio.
Su Santidad Juan
Pablo II no estuvo a favor de que se comulgue con la mano invocando el
indulto.
Periodista:
- Santo Padre, ¿Cuál es su opinión sobre la comunión en la mano?
A
lo que el Papa responde: - Hay una carta apostólica sobre un permiso
especial válido para esto. Pero yo le digo a Ud. que no
estoy a favor de esta práctica, ni tampoco la recomiendo. El
permiso fue otorgado debido a la insistencia de algunos obispos
diocesanos.
Entrevistado por la revista Stimme
des glaubens durante su visita a Fulda (Alemania) en Noviembre de
1980.
En su Carta “Domenica Cenæ”, de 24 de febrero de 1980, el
Papa dice: “El tocar las Sagradas Especies y su distribución con las propias
manos, es
un privilegio de los ordenados”.
Y para que nadie interpretase de otra forma estas
palabras, tres meses después, ante las cámaras de la televisión francesa, negaba
la Comunión en la mano a la esposa del primer ministro Giscard
d’Estaing.
En la Instrucción “Inestimabile Donum” de la Congregación
para el Culto Divino, sancionada el día 17 de abril del mismo año de 1980, el
Papa reitera: “No
se admite que los fieles tomen por sí mismos (autocomunión) el pan consagrado y
el cáliz sagrado, y mucho menos que se lo hagan pasar de uno a
otro”.
En la Argentina
(lo mismo que México y múltiples países), la comunión en la mano se introdujo
contrariando el espíritu y la letra de Memoriale Domini
Según lo establecido por el Concilio Vaticano II,
“los
fieles
“tienen la facultad y, a veces, el deber de expresar su opinión acerca
de lo que mira al bien de la Iglesia” (L.G. 37).
Pues bien, en la República Argentina no
se pidió el parecer de los laicos, en una clara actitud
anticonciliar, quienes se vieron sorprendidos (cuando no escandalizados) por la
introducción de una praxis que les era completamente ajena.
Mons. Juan Rodolfo Laise |
«Si la
introducción de la comunión en la mano es "sin
duda un signo de crecimiento de la vida eclesial" -"El Pan Vivo", p.5-,
si "es
motivo de alegría retomar esta genuina tradición" Ibid. p.16 o si
"no
se puede afirmar o priorizar que un modo sea mejor que otro" Ibid. p.18
; no se entiende por qué en 1968 a Pablo VI "no
le ha parecido oportuno mudar el modo hace mucho tiempo recibido de dar la
comunión" y exhortó vehementemente a someterse a esta disposición; y
mucho menos se entiende porqué en 1996 Juan Pablo II mantiene como norma dichas
disposiciones. Si las afirmaciones de "El Pan Vivo" y los Fundamentos son
ciertos, entonces Pablo VI se equivocó gravemente al no "redescubrir" las
riquezas de ese rito. Es más, la prohibición estricta del s. X, que se mantuvo
casi un milenio, fue un error pues pretendió erradicar para siempre algo valioso
que recién ahora podemos "redescubrir", y esto sólo gracias a un
indulto.
La
respuesta es que la
nueva praxis no ha sido querida por la Santa Sede, ni es parte de la
reforma litúrgica posconciliar sino sólo
ha sido permitida por la tenaz insistencia de algunas Conferencias Episcopales
(sobre todo de países protestantes); y esto sólo después
de una introducción totalmente abusiva, a la cual no fue posible
resistir, a pesar de la quejas y prohibiciones de Roma.» (CM,
p.135).
Pero en "El Pan Vivo" la
confusión llega a su punto culminante, cuando dice:
"A
fines de 1968, la Santa Sede hizo una consulta a los obispos del mundo acerca
del tema de la comunión en la mano. Más de un tercio veía la posibilidad con
buenos ojos. En 1969 la Instrucción Memoriale Domini estableció que, donde lo
creyeran conveniente las Conferencias Episcopales, por más de dos tercios de
votos de sus Obispos, se podía dejar a los fieles la libertad de recibir la
comunión en la mano" (p.16).
Decir
que "más de un tercio veía la posibilidad con buenos ojos", cuando Memoriale
Domini dice "a partir de las respuestas dadas, es evidente que la inmensa
mayoría de los obispos estima que de ninguna manera se debe cambiar la
disciplina actual", es
desvirtuar la realidad histórica y el pensamiento de Pablo VI; pero
afirmar que "dicha
instrucción estableció que, donde lo creyeran conveniente las Conferencias
Episcopales, por más de dos tercios de votos de sus Obispos, se podía dejar a
los fieles la libertad de recibir la comunión en la mano", es
faltar a la verdad; lo que la MD estableció es que la ley que
determinaba que la comunión debía darse solamente en la boca del fiel continuaba
vigente y sin cambios. Concedió, es cierto, un indulto, pero no "donde lo
creyeran conveniente la Conferencias Episcopales" sino donde
el uso "hubiera arraigado ya" (año 1969),poniendo
serias condiciones.» (CM, p.74)
Por lo tanto no
debió haberse pedido en 1996 el indulto para la República Argentina, país en el
cual los fieles, permaneciendo unidos a tan venerada tradición y a la Ley
Universal confirmada por Papa, comulgaba en la boca.
CONCLUSIÓN
HAY QUE COMULGAR
EN LA BOCA
Porque la
comunión en la boca significa
la reverencia
de los fieles cristianos hacia la Eucaristía. (1277- Memoriali
Domini).
Comulguemos en la boca y de rodillas |
Porque la comunión en la mano se presta más a la
alteración de la recta doctrina. Dice Pablo VI en su ya mencionada carta a los
Obispos: “El
pueblo mal preparado y poco instruido recibiendo el pan eucarístico en la mano
¿no
terminará por equipararlo al pan ordinario o al pan simplemente
bendito?”
Con
lo cual la Doctrina Católica corre el peligro de
“Protestantizarse”.
Porque quien comulga en la mano lo hace por la aplicación
de un Indulto, es decir de una excepción a Ley
Universal de la Iglesia; rechazando
la vehemente exhortación de Pablo VI quien mandó someterse
diligentemente a dicha Ley, por él confirmada y todavía
vigente.
(1281- Memoriali Domini)
Porque: “Quien
comulga
en la boca, sigue puntualmente no sólo la tradición recibida, sino la
voluntad expresa de los últimos Papas y evita
así ponerse en ocasión de pecado al dejar caer por negligencia
fragmentos que son el Cuerpo de Cristo. El
Papa no acepta el uso de la comunión en la mano, pero da la posibilidad de
disentir; quienes no lo siguen, obran legalmente pero
contra la voluntad del Sumo Pontífice “. (CM Pag.
133).
Porque, preguntada
la Congregación
para el Culto Divino,
“...si en las diócesis donde es posible distribuir la Comunión en la mano de los
fieles, puede el Sacerdote obligar a los que se acercan a comulgar a recibir la
Comunión en la mano y no en la boca”.
Responde
lo siguiente: “Aquellos
que obligan a los que se acercan a comulgar a recibir la Santa Comunión
únicamente en la mano, obran
contra la regla”.
Y finaliza diciendo: “Que
todo el mundo recuerde, en todo caso, que la tradición secular es recibir la
Hostia sobre la lengua. Que el Sacerdote celebrante, si existe peligro
de sacrilegio, no distribuya la comunión en la mano de los fieles y que les
informe las razones por las cuales actúa así”.(Boletín Oficial – Abril de
1999).
Advertencia
“Así como, de
entre todos los sagrados misterios que el Señor nuestro Salvador nos encomendó
como instrumentos certísimos de la Divina Gracia no hay ninguno que pueda
compararse con el Santísimo Sacramento de la Eucaristía, así también no ha de
temerse de Dios castigo más grave de pecado alguno que, si cosa tan llena de
toda santidad o, mejor dicho, que contiene al Autor mismo y fuente de la
santidad, no es tratada santa y religiosamente por los fieles” (Catecismo Romano
del Concilio de Trento, Parte II, cap. 4.)
COMENTARIO DE
CATOLICIDAD:
UN INDULTO TÉORICO Y LIMITADO SE CONVIERTE EN UNA
PROHIBICIÓN PRÁCTICA
"Si existe peligro de profanación, no se distribuya la comunión en la mano". 179 Redemptionis Sacramentum. Este prin- cipio vigente constituye una prohibición práctica. |
La desobediencia como fuente de ley es un mal principio, pues el desobediente, el rebelde, siempre exigirá más. El modernista nunca se contentará con lo logrado. La rebeldía no se contiene con permisividad. Los hechos lo han demostrado: no se frena el mal sino, por el contrario, se multiplica. Además, bien visto este asunto, el permiso teórico para ciertos países es en realidad una prohibición práctica pues "Si existe peligro de profanación, no se distribuya a los fieles la Comunión en la mano.[179]" (REDEMPTIONIS SACRAMENTUM). Este peligro es constante (prácticamente imposible de evitar) con la comunión en la mano, pero nadie escucha lo mandado por la Iglesia: hacen oídos sordos a sus normas. Además, ¿cómo va a ser bueno practicar una excepción que introdujo la rebelión como fuente de ley y como una concesión a la rebelión desacralizadora?
Hacemos de nuevo el llamado que escribimos en otro post:
Católico: Si amas a Cristo, nunca -por ningún motivo- recibas la Sagrada comunión en la mano, pues ahí quedan partículas consagradas (donde está todo Cristo con su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad) que caerán al suelo o en cualquier otro sitio, pues el seglar no purifica sus manos como lo hace -o debe hacer- el sacerdote al final de la liturgia, ni tiene las manos consagradas. Además, esta práctica ha mostrado que permite el robo de formas consagradas por parte de grupos satanistas que las ocupan para su profanación, aspecto que ha sido denunciado por la misma Roma. Además, propicia sacrilegios como los que se observan en el video (haz click AQUÍ). Por todo lo anterior, no contribuyamos -de ninguna manera- a esta costumbre desacralizadora que favorece todo tipo de profanaciones e irreverencias.
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